Artistas salvadoreños incentivan a "Mantenerse Humanos"
- Redacción
- 20 abr 2023
- 4 Min. de lectura
La muestra de arte colectivo está en el Museo Marte y permanecerá abierta hasta el 13 de agosto de 2023.

- Cortesía: Diario El Salvador
La necesidad de comunicar y proponer diferentes formas de ver el mundo en el contexto de incertidumbre provocado por la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania impulsó a cuatro artistas visuales salvadoreños a debatir y presentar la perspectiva de su realidad.
Los diálogos entre el artista plástico Óscar Pérez, el artista y curador Mauricio Esquivel, el escultor Edwin Soriano y el fotógrafo Enrique Alarcón les hicieron reconocer, a través de su sensibilidad y compromiso con el medio ambiente, que comparten preocupaciones sobre los efectos negativos de la tecnología.
Algunos de los temas tratados por el grupo incluyen el surgimiento de nuevos hábitos en las personas a través de plataformas digitales como las redes sociales, nuevos modelos de negocios automatizados usando inteligencia artificial, incluso las actividades de los empresarios más ricos del mundo, que en medio de una pandemia, están canalizando sus recursos hacia la investigación de viajes espaciales con el objetivo de colonizar otros planetas.
Estas discusiones generaron un gran pensamiento sobre los efectos negativos de la innovación tecnológica en la humanidad en su conjunto durante el colapso por la pandemia de COVID-19.
Los artistas coincidieron en la necesidad de traducir su diálogo en una exposición de arte que invite a los espectadores a continuar con esas reflexiones.
Así nació la primera exposición de arte colectiva “Mantenerse Humano”, que eligieron en base a una cita del escritor George Orwel, quien dice: “Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano”, al que vincularon todas sus ideas hasta visualizarlo como una alternativa a los procesos coyunturales que creían representaban un “retroceso” para la humanidad.
«La esencia de esta exposición es detonar una conversación de cómo estamos llevando nuestro sistema de producción, cómo el desarrollo de nuestra especie nos ha llevado hasta donde estamos ahora, a partir de tres fenómenos de fondo que están afectando al planeta que son el cambio climático, la pandemia de la COVID-19 y el conflicto geopolítico en Europa del Este», detalló el artista plástico, Óscar Pérez.
La colección está instalada en la Sala 4 del Museo Marte donde los visitantes puedan apreciar un conjunto de obras creadas con diferentes técnicas como instalación, dibujo, pintura y escultura que trabajaron desde el 2020.
- Cortesía: Diario El Salvador
La exposición fue pensada, instalada y ambientada para estimular los sentidos de los espectadores y que puedan disfrutar de toda una experiencia parecida a un viaje aéreo o espacial desde el cual es posible ver la humanidad desde diferentes perspectivas
Desde que se ingresa al salón es posible identificar un contexto sonoro que transporta hacia una órbita diferente. El sonido fue creado especialmente para la muestra de arte por Rubbert Ponce, integrante del grupo musical salvadoreño Safari Volvo.
El recorrido inicia con una pieza que hace referencia a la emergencia por la pandemia, que es el contexto que originó las conversaciones entre los artistas.
Se trata de una maqueta compuesta por dos contenedores colocados con las puertas de acceso una frente a la otra, que hace referencia a la abrumadora experiencia de Mauricio Esquivel durante el momento más crítico de la pandemia, cuando en un hospital cercano a su lugar de residencia en Nueva York se apilaban los cadáveres en depósitos de este tipo como consecuencia del colapso del sistema de salud.
De acuerdo con Esquivel, eso representa las experiencias que cada uno de los integrantes de la muestra estaba experimentando en ese momento.
Un segundo prototipo simula los materiales de construcción que se utilizan para la creación de una vivienda mínima, que para los artistas tienen un gran significado porque representa la forma de vida de las mayorías, de las personas con escasos recursos que son los más afectados con el surgimiento de fenómenos de este tipo.
En el centro se encuentra instalada una enorme ciudad creada de a partir de desperdicios plásticos como piezas de televisores, ventiladores, celulares, computadoras, botes de champú, dispensadores de alcohol gel y otros desechos que, con la visión del artista Óscar Pérez, han tomado un nuevo significado.
«Es una ciudadela creada desde la especulación, pero que también puede representar nuestro presente y de ahí la intención de la iluminación de generar un símil, generar un paralelo entre el presente y el futuro, ya que en el reflejo es posible reconocer iconos de la ciudad de San Salvador y nos podemos familiarizar con nuestro entorno urbano», indicó.
La ciudad se ubica alrededor de un centro gravitacional que le proporciona una enorme pieza de escultura creada por Edwin Soriano, con piedra basáltica. En otros puntos de esta urbe se encuentran dispersas otras piezas similares que representan antiguas civilizaciones que nos hacen recordar la época prehispánica.
En una de las paredes hay una colección de fotografías en blanco y negro tomadas con un dron en diferentes puntos de San Salvador, como la cordillera del Bálsamo, algunas partes del litoral, La Libertad, entre otros, que proponen una visión panóptica del autor, Enrique Alarcón.
El fotógrafo utilizó una técnica para obtener unas imágenes circulares con la intención de generar una analogía con las formas de las células. Su visión es «entender el territorio como una entidad viviente, como una entidad que tiene su propio pulso».
En otra parte de la exposición hay dibujos de hojas secas que uno de los expositores encontraba todos los días en las calles de Brooklyn cuando caminaba de regreso hacia su casa. Él las fotografió para luego dibujarlas, porque consideró que era la mejor forma de representar la metáfora del vestigio de la vida.
Otra pieza interesante es una fotografía de una semilla que se asemeja a la forma de una nave espacial. De acuerdo con Pérez, esa pieza indica que «las semillas son conductos de vida y la reflexión de cómo una planta lejana pudo migrar una partícula a un asteroide y traer gérmenes, de cómo pudimos llegar de una constelación lejana a colonizar el planeta».
La exposición permanecerá abierta hasta el 13 de agosto de 2023 y se puede visitar de viernes a domingo de 10 de la mañana a 4 de la tarde. Los viernes y sábados, el costo de la entrada es de $1 y el domingo es gratis.
- Nota por: Diario El Salvador
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